sábado, 20 de mayo de 2006

LA CASA CERRADA: EL VIAJE. Diario de rodaje- 4ªparte


Jueves: Un acordeón y un jardín encantado.

Y así llegamos a un día mágico. El palacio parece la casa de Alí Babá, por todos los rincones te encuentras tesoros. Había que rodar un plano de recurso de Celestino cruzando el patio. Desde su despacho el señor Perete le oye y le llama para hacerle un encargo. Había que grabar al falso cubano deteniéndose en su camino para atender esa llamada. Y tenía que estar haciendo algo que tiene que interrumpir de pronto, y pensando pensando qué podía hacer, de pronto alguno de nosotros encontró un acordeón en una de las habitaciones. Era perfecto. Y preparamos la escena. Celestino salía al patio con ese cacharro tan curioso que se había agenciado, probando su música más contento que unas castañuelas, y ahí es donde encajamos la llamada de su jefe. Celestino deja contrariado el acordeón en un sillón del patio y acude rápido al requerimiento.















Esa misma mañana llamamos a la cubana para una escena preciosa en un cuarto de la plancha que se conserva tal como antaño lo usaba la costurera de la duquesa. La luz inundaba la habitación, una luz como de otros tiempos, cálida y suave como una pluma. Celestino espia detrás del quicio de una puerta a su amada secreta. Y se le acerca para invitarla a una fiesta íntima de cumpleaños. Está rodando el fotógrafo que se nos ofreció amablemente, hasta la tarde no tiene que grabar ninguna procesión (estamos en Semana Santa). Juan Luis casi no puede soportar no ser él quien ruede la escena, miramos todos en un monitor cómo se va desarrollando todo, y el día fuera está lleno de sol. A mi madre hoy le hemos dado un día de descanso, se lo
merece después de tanto esfuerzo.

















Hay otra escena de Celestino y la cubana en la cocina, una escena donde el cubanito se le insinúa con ganas mientras ella protesta, y mientras la esposa sensual del señor Perete les espía sin ser vista, rabiando de celos. Es una escena divertida que hay que repetir, tan difícil que Celestino casi tiene que hacer contorsiones para encajar en una pequeña rendija por donde se asoma Pilar, la morenaza celosa.
Es una mañana tranquila y productiva que nos resarce un poco de tanto contratiempo pasado.

Y entonces llegó la tarde del jardín...

ALGO MÁS



FOTOS DEL RODAJE

Mientras preparamos la continuación del diario del rodaje, unas cuantas fotos...

sábado, 13 de mayo de 2006

DIARIO DE RODAJE- TERCERA PARTE: MIERCOLES NEGRO

El miércoles el día amaneció gris y tristón. Por la mañana llamé a Cristina para concretar la hora en que debíamos seguir con el rodaje. Estábamos todos cansados pero contentos del trabajo del día anterior, que había salido redondo, y teníamos ganas de empezar la jornada en el punto que la habíamos dejado. Pero la voz de Cristina sonaba preocupada y me dió malas noticias. Muy malas. La grabación de ayer estaba mal, las imágenes no se veían apenas, se entrecortaban y todo estaba estropeado. Juan Luis llevaba desde primera hora de la mañana intentando recuperar esas imágenes, viajó a Valdepeñas con la cámara para ver si se podía hacer algo. Pero la cámara, que el día anterior parecía estar bien, estaba rota sin remedio. Poco a poco se había ido resintiendo del golpe del primer día, cuando cayó al suelo de repente. Las nueve o diez horas del trabajo del día anterior se habían perdido. No podíamos seguir, no teníamos cámara. Mientras el dire volvía nos reunimos todos a esperarlo en el bar de la plaza. Anonadados, bloqueados, chafados. No podíamos creer que todo fuera a quedar paralizado de repente. Nos mirábamos unos a otros sin saber qué decirnos. Pero poco a poco fuimos reaccionando. Coincidíamos en que había que encontrar una solución. La que fuese. Debíamos continuar, aunque Juan Luis nos dijera por teléfono que no había nada que hacer, que todo estaba perdido. Yo no podía asimilarlo. Empecé a sentirme mal, me mareaba, no podía ni respirar bien y tenía una presión en el pecho igual que cuando mis malos tiempos con las crisis de ansiedad. Me fui a mi casa sin decir nada, sin poder mirar a los demás. Después me llamaron. Juan Luis había vuelto y se dió cuenta de que no podía dejar así las cosas, no podía defraudar a toda la gente que estaba implicada en el asunto. Llamaron a Madrid para ver si se podía alquilar una cámara, pero era difícil conseguirla con tan poco tiempo. Entonces pensaron en uno de los fotógrafos del pueblo y se fueron a hablar con él, y aunque Juan Luis ni le conocía se prestó enseguida a ayudarnos. Podría empezar por la tarde, pero tendría que grabar él, porque nuestro dire no quería cargar con la responsabilidad de manejar una cámara que no era suya. Respiramos un poco. Pero había que repetir todas las escenas del día anterior, y el tiempo había cambiado, en lugar del sol radiante que había lucido el martes, teníamos un día lleno de nubes y amenaza de lluvia, y el ánimo mucho menos risueño, despues de todo lo que había pasado...Y el cansancio.
Hubo que repetir la escena del baño de almendras, y la cena. Repetir la cena y que saliera igual que el día anterior era imposible. Pero todos nos esforzamos lo que pudimos, y aunque no fue ya lo mismo tambíen salió bien, a pesar de todo. Con dificultades añadidas, claro, porque el fotógrafo en cuestión no tenía experiencia en ese tipo de grabaciones, lo suyo eran los reportajes de boda y cosas por el estilo, algo que no tiene nada que ver con el lenguaje del cine. Y todo era más lento, porque Juan Luis tenía que ir explicandole toma por toma lo que quería, y no es fácil.
Habíamos perdido un día, cuando ya de antemano teníamos poco tiempo. Había que terminar en una semana, la que todos teníamos de vacaciones. Después de eso, reunir a todos otra vez en el pueblo sería mucho más complicado. Así que había que trabajar sin descanso.
Había más complicaciones, además. Mi madre siempre ha sido una persona fuerte, no es frecuente oirla quejarse de nada. Pero justo esos días había empezado a tener dolores en una pierna, el médico dijo que era lumbago. Y en el palacio hacía frio, y no había luz, ni siquiera un cuarto de baño (todos los que había están desmantelados porque van a convertirlo en un hotel). Y allí en esas condiciones tenía que cambiarse de ropa para cada escena, y se negaba a abandonar a pesar de todo. Yo la ayudaba y sufria al verla así. Pero tiene una voluntad de hierro, y además disfrutaba y se buscó sus mañas para no salir malparada.
Fué un día duro pero salimos adelante, y el rodaje continuaba...A buen ritmo.



La casa cerrada: el viaje. Diario de rodaje- 2ªparte.


MARTES- LA CENA
Cuando desperté a la mañana siguiente aún notaba el cansancio acumulado del día anterior, la tensión pasada. Había que madrugar. Y yo tenía que ocuparme de mi madre y mi hermana, buscarles la ropa para el rodaje, cuidar de que no olvidasen nada (¡ mamá, por Dios, no vuelvas a ponerte esas gafas! )...Esa mañana rodamos en el palacio. La mañana soleada, el ambiente festivo, algunos nervios...Planos de recurso en el patio, con Mariana y Lola (Mariana en la ficción es mi hermana, no mi madre, que sí que se llama así en realidad), tomando el sol, la salida del despacho de Perete, con Luis, siempre genial. El dire repite las tomas hasta que está satisfecho. Los actores no son actores, así que la improvisación es parte importante, para que todo resulte natural. Y la verdad es que los encuadres que hace Juan Luis son MUY buenos. A media mañana no me quedó más remedio que tumbarme un rato allí mismo, me sentía mal, la falta de costumbre, claro...Cuando nos fuimos a comer aún no teníamos cubano, y el guión había sufrido cambios importantes, pero conservabamos la esperanza y había muchas ganas. Y a mediodía me llamó Pilar ( la recepcionista sensual): había encontrado a David. Él ya había hecho algún corto anteriormente, y se prestó a hacer de falso cubano de mil amores...Problema resuelto. Esa misma tarde le hizo el dire una prueba y lo hacía muy bien.Por la tarde se rodó la escena del "baño de almendras". Nos reímos, nos reímos, el dire se reía y había que repetir. Mariana y Lola con los pies metidos en los huecos que en la despensa del palacio estaban destinados a guardar las patatas, los pimientos... Y ese Celestino (David) con acento cubano echando las almendras sobre los pies de las dos inocentes clientas, tan contentas ellas. Y después la cena. La cena en el comedor del balneario. No sé si se puede contar una cena así. Hay que verla. Os diré que fué de antología. La cena más disparatada que podáis haber visto en vuestra vida. Los platos inventados por el señor Perete, con nombres rimbombantes "de alta cocina". Un ejemplo: " Huevos de Castellar a las hierbas del lugar". Incomparable. Era en verdad un manojo de hierbajos del campo y encima cuatro huevos duros.Y Mariana y Lola improvisando comentarios que otra vez nos hacían reir, tanto que a Juan Luis le costaba rodar y le costaba hacernos callar a los demás. Rodamos también una escena en la cocina con la cubana y "Celestino", que le tiraba los tejos mientras ella cortaba zanahorias. Todo salió muy bien. Increíblemente bien.
Pero entonces aún no sabíamos de qué manera se nos iban a complicar las cosas.




viernes, 12 de mayo de 2006

La casa cerrada: el viaje - Diario de rodaje 1ª parte







Llegué al pueblo el viernes por la noche. El sábado amaneció con un sol precioso que invitaba a caminar por el campo. El ánimo alegre, la perspectiva de la semana que teníamos por delante nos llenaba de optimismo. El rodaje lo empezaríamos el lunes y todo tenía que estar preparado. El dire y la co-guionista llegarían el domingo y tendríamos una reunión para dar los últimos toques al guión y definir las funciones de cada uno. Nos llamaron con un encargo: teníamos que buscar un caniche. De camino al campo encontramos algunas personas que nos dieron referencias, de modo que el perrito estaba localizado para el rodaje. Todo bien. Faltaba hablar con algunos de los actores para concretar. El dire tenía que hablar con un cubano y su madre, que serían dos personajes importantes en el corto. Cuando llegó quedó con ellos, que se comprometieron a empezar el martes. Se celebró la reunión, las localizaciones estaban preparadas...El campo precioso...


LUNES- LAS GAFAS
Habíamos quedado con Isabel que con su coche (que es el que saldrá en el corto) nos acercaría a la carretera donde había que rodar la primera escena. Estaba junto a un pueblo llamado Almedina. En una pared colgamos el cartel que había preparado Juan Luis ( el dire), que anunciaba los "Baños de Perete", lugar donde las dos protagonistas se dirigen en su viaje. Es un viaje quijotesco: En medio de La Mancha, perdido en ningún lugar, se encuentra el balneario, como una venta que el Hidalgo encontrase en medio de la llanura, y donde tendrían lugar todos los sucesos que se relatan en el argumento.
Era una mañana de primavera perfecta, mi madre y mi hermana dispuestas a comenzar, con todas las ganas del mundo, yo con el reflector en ristre. Todo comenzó bien.


La siguiente escena era en el pueblo, el nuestro. La mañana avanzaba, había que preparar las luces, poner en acción a las actrices, caracterizarlas, cuidar que cada cosa estuviera en su sitio.
Repetir las escenas hasta que salieran perfectas, la imagen inmaculada, cada uno en su lugar.
A mediodía se empezaba a notar el cansancio, y aún quedaba otra escena más antes de ir a comer. Y era en otro lugar, un palacio precioso que nos dejó utilizar un amigo nuestro. Cargamos otra vez con los bártulos. Colocamos los focos, se hizo la luz, llegó el "señor Perete" ( Luis), que tenía que entrar en escena, y Pilar, su mujer en la ficción, recepcionista sensual y sonriente. Descanso para comer y vuelta a empezar, sin tiempo apenas ni para un café. Por la tarde empezaron los problemas, porque hemos tenido problemas, y muchos. La escena con Luis salió genial, no hay más que darle una pequeña pauta y él solito se las arregla para dejarnos pasmados con su desparpajo. Y cuando ya terminabamos el día, de repente el dire se dió cuenta de un error garrafal que no debimos haber cometido los ayudantes encargados de esos detalles:
-¡ Pero qué hace Mariana con esas gafas!
Mariana (mi madre) no tenía que llevar esas gafas puestas. Llevábamos unas 8 horas de rodaje. Toda la última escena no valía. Imaginad el mosqueo del dire, el disgusto de todos, la cara que se nos quedó. Había que repetir todo. Y lo repetimos. Pero estábamos cansados, y el dire nervioso, y cuando ya nos disponíamos a recoger y marchar a descansar, ocurrió. Estaba Juan Luis quitando la cámara del trípode y de repente !se le calló al suelo!. Nos quedamos blancos, sin atrevernos a respirar, en suspenso por un momento, mirando al dire que comprobaba con mucho cuidado los desperfectos. Hizo una prueba para ver si aún grababa y reproducía... hasta que nos dijo que sí, que todo estaba bien, y respiramos.

LUNES NOCHE- EL CUBANO.
Antes de ir a descansar fuimos a cenar algo a un bar y a repasar las escenas que había que rodar al día siguiente. Y Juan Luis llamó a los cubanos para concretar la hora. Y la cubana le dijo a Juan Luis que su hijo se había ido a Madrid a pasar unos días. En una palabra, que nos dejaban tirados. No teníamos cubano. Había que buscar uno, porque no ibamos a rendirnos ahora que ya habíamos empezado, y porque cuando se quiere, se puede. Pero aunque ahora hay inmigrantes por todas partes no es fácil encontrar un cubano en un pueblo manchego a esas horas, y que además esté de vacaciones justo en los días que lo necesitas. Y no lo encontramos... Se nos ocurrió que no tenía por qué ser cubano, que total, un pequeño cambio en el guión no haría daño, y que en esa venta perdida llena de sinrazones bien podía el señor Perete haber contratado un paisano a quien obligara a hacerse pasar por cubano, para dar un aire más exótico a su balneario. En cuanto a la cubana, Juan Luis conocía a otra, y en ese mismo momento fué a buscarla y se comprometió a trabajar con nosotros. Sólo que era una chica joven, mientras que la otra era ya mayor, con lo que el papel que haría tendría que ser distinto al previsto en el guión, por lo que habría que cambiar gran parte del argumento...Yo no podía más de cansancio, y allí sin más me retiré a descansar y dejé al equipo cabilando para intentar solucionar los imprevistos...
Al día siguiente encontramos a David.

Bueno, mañana más.

domingo, 7 de mayo de 2006

EL ZOCALO AZUL





Aquí empezamos la andadura por estos espacios con nuestro blog dedicado al cine...
A nuestras "producciones", principalmente.
Probando, probando, 1, 2, 3...Acción!